Políticas Públicas
Los alimentos análogos a los de origen animal elaborados a partir de vegetales, obtenidos mediante procesos de fermentación o cultivo celular, son parte de la solución a los principales desafíos nacionales y mundiales a los que se enfrentan los gobiernos. GFI Brasil defiende la convergencia entre las políticas agrícola, industrial, científica y tecnológica, un marco regulatorio favorable a la innovación y a la inversión, así como la financiación pública para investigaciones sobre proteínas alternativas.
Lo que apoya nuestro trabajo
Trabajamos para asegurar el apoyo del sector público a la investigación básica y aplicada en proteínas alternativas, privilegiando los elementos de la biodiversidad brasileña como ingredientes y productos únicos. Además, abogamos por políticas públicas que coloquen todas las proteínas para el consumo humano en condiciones de mercado compatibles, bajo un marco regulatorio basado en la ciencia y favorable a la innovación. El apoyo gubernamental y las políticas adecuadas garantizarán que la producción y el consumo de proteínas alternativas sean económicamente viables y asequibles, permitiendo la construcción de una cadena de suministro más resiliente, una economía más fuerte y más opciones para los consumidores.
Brasil es una potencia agrícola porque en los últimos 30 años ha habido una inversión consistente en ciencia y tecnología en el sector. Solo seguiremos siendo esta potencia si repetimos los ingresos y continuamos invirtiendo en tecnologías prometedoras para el futuro. Así, el apoyo gubernamental a la investigación en proteínas alternativas es una manera de estimular el desarrollo socioeconómico, ofreciendo más oportunidades a los productores de alimentos de todos los tamaños, aumentando los ingresos y generando nuevas oportunidades de empleo en actividades productivas más eficientes en el uso de los recursos naturales.
El mercado de proteínas alternativas ha crecido rápidamente en los últimos años. Los consumidores se adhieren cada vez más a los alimentos a base de plantas ya disponibles en el mercado. Mientras tanto, las noticias sobre la carne cultivada tienen repercusiones en el mundo y en Brasil, con productos anunciados para el 2024. Estas son nuevas fuentes de proteínas que ofrecen a los consumidores la variedad, conveniencia y familiaridad que desean tener en sus platos. Por eso defendemos regulaciones claras y eficientes para que más alimentos lleguen al mercado —y a la mesa del consumidor— con seguridad y calidad.
Con el aumento de la población mundial, la demanda de proteínas tiende a aumentar e implica el desafío de hacerlo por medio de un sistema alimentario más justo, seguro y sostenible. La diversificación del suministro de alimentos mediante la expansión del sector de proteínas alternativas aporta beneficios en términos de salud mundial y uso sostenible de recursos naturales, potenciando la resiliencia de la cadena de producción de alimentos.